martes, 27 de febrero de 2007

La inquisición contra los galileos del siglo XXI


El titulo del articulo pareciera extraído de los archivos secretos de la iglesia católica. ¿A dónde está la ciencia?. La ciencia al igual que el arte son actos creativos que requieren de condiciones de estímulo, paciencia, dedicación y compromiso, desde el hogar y fundamentalmente del estado. Ayer mientras revisaba las revistas volvió a mi mente el enjuiciamiento a Galileo, hace cientos de años, por proponer ideas que colisionaban con lo que señalaban las pautas morales vigentes. El poder político, entonces, estaba ligado al religioso. Hoy en pleno siglo XXI, puede parecer que esto ya no ocurra. Sin embargo no solo se da en oriente sino también en el país mas desarrollado de occidente.

El hecho se relaciona con el uso de las células-madre en terapias regenerativas y su probada eficacia en la medicina. Las células-madre son extraídas de embriones humanos de algunos días los cuáles quedan destruidas en el proceso. Así la pregunta de debate es si ¿salvar vidas justifica la destrucción de embriones?. El gobierno americano, dirigido por Bush, concluyó que no.

La discusión sobre la pregunta se aproxima al terreno filosófico y ético, como siempre ocurrió y ocurrirá con la aparición de una nueva tecnología. El argumento a favor de su uso se sostenía en que los embriones de algunos días no pueden ser considerados vivos puesto que no tienen aún la capacidad cerebral. Esta conclusión, se reforzaba en el razonamiento de Descartes: pienso luego existo. Si no piensa (no hay cerebro) entonces no existe. A pesar de la fuerza de este razonamiento el gobierno americano prohibió la investigación con células–madre extraída de embriones.

Sin embargo la semana pasada científicos americanos anunciaron que las células–madre extraídas del líquido amniótico pueden generar células de tejidos del cerebro, hígado, huesos, corazón y de otros órganos. Y que son tan poderosas como las encontradas en los embriones a pesar de tener menor flexibilidad. Con ello la medicina podrá continuar mejorando la curación de enfermedades y salvar vidas, gracias a la persistencia de la investigación.

Esta noticia nos vuelve a recordar que el fin supremo de la ciencia es aliviar el dolor y padecimiento del ser humano y colaborar con su bienestar, sin embargo cuando surgen nuevas tecnologías y chocan con comportamientos éticos de algunos, la reacción correcta no es la de censurar a los nuevos galileos ni entorpecer y bloquear el apoyo de la investigación sino por el contrario debiera ser incrementar el presupuesto para la investigación científica, de forma que nuevas alternativas se tornen viables y como decíamos al comienzo, se respalde la creatividad de los científicos y no su desaparición.
Pensamiento del dia:
El arte de progresar requiere preservar el orden al cambiar y poder cambiar a pesar del orden. (Alfred Whitehead)

Agustin Zúñiga Gamarra
Lima, 21 de enero de 2007

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