jueves, 13 de noviembre de 2008

Bogotá Calles de Historia y Hermandad

Las nuves sobre las cimas de los verdes cerros que protejen esta ciudad, identificada plenamente con Bolivar, con la independencia y la alegrìa. Me recuerdan las cumbres de mi infancia, allá arriba la iglesia de Monserrate, con los aliscafos trepando, unen em mi mente, mi ciudad natal de Chiquián y su Capilla Punta, con la modernidad de esta capital; de un lado mi madre arriando a canelita que en pago a su amorosa ama, devolvía para sus hijos su leche vitamina de vida; y de otro el sueño de ver algún día a mi pueblo surcado de tecnologías que sus hijos le daría en un futuro cercano.
Sus calles angostas, alrededor del Centro, de apariencia sólida, color a piedras calizas, marmóreas, pareciera que Bolivar estuviera en cada esquina, seguro, fuerte, claro. Libertador no solo de paises sino fundamentalmente de pensamientos atávicos. Los truenos y lluvia combinados con un sol radiante, todo en un mismo día, nos advierte que la vida nacerá y existirá en estas tierras, por siempre, aún cuando algunos de sus hijos equivocados, impidan vivir en paz y amor. Cada piedra de tu hermoza plaza de armas es parte de la américa del sur, que apesar de las bombas de los M19 o las FARC, seguirán llamándonos a ser libres, rebeldes pero cariñosos, exigentes pero alegres y que al son de un vals o una cumbia, con los bombos de la U y el Nacional, saldremos a bailar y gritar que desde Boyacá a Ayachucho la américa quiere unidad, paz, progreso y vida.

Bogotá, 13 de noviembre de 2008.

Se Puede Explicar Pero No Justificar

Mientras escuchaba la radio en el programa de Vladi, luego de Basilio y Victor, nuevamente, nuestros amables y bien escuchados locutores, nos invitaban a participar el presente domingo, 9-11-2008, y también el siguiente, a un encuentro conprovinciano (Bolognesi, Ancash). Citaban al conocidísimo local, "Complejo Huasta", igualmente otras actividades, citaban al "Club Cajacay", "Club Cuspón" etc. Agradecían, a quienes habían tenido la amabilidad asistir y colaborar (significa comprar cervezas) la semana pasada y también la anterior (dos semanas atrás). Esto mismo se repite, todas las semanas del año, actividad aquí, actividad allá, apoyo al amigo uno, el otro al amigo dos etc. Si no asistes, puedes quedar marcado como desleal, sin amistad, ingrato, es decir todos los adjetivos negativos. Mientras las propagandas grabadas, sonaban anunciando la presencia de diversos artistas, para uno de los eventos, me preguntaba: ¿Qué está pasando en estos tiempos a los conprovincianos?, ¿Siempre nuestras actividades se circunscribieron, únicamente, a estas fiestas?, ¿Nuestros padres, y paisanos de diversos tipos de ocupación y poder adquisitivo, también estuvieron en estas reuniones?, ¿Porqué no los vemos con frecuencia a los conprovincianos que tienen altos cargos publicos, jefaturas universitarias, grandes empresas?, ¿A dónde están los jovenes profesionales y jovenes universitarios, porquè no frecuentan estas fiestas?. Estas preguntas nos llevan a pensar que algo anda mal, o nos estamos volviendo, extremadamente irreflexivos y superficiales para confrontar la vida de nuestros pueblos, o estamos retrocediendo en la construcción de instituciones, con ciudadanos preocupados por el desarrollo de la sociedad. Así como hay infinidad de eventos para estas comvocatorias donde el ruido de la banda de músicos, la cantidad de cervezas circulante, no dan espacio para hablar de temas importante. No tenemos espacios para discutir temas relacionados con el futuro de los pueblos, como son los niños y los jovenes, el empleo, el transporte, etc. Entonces, ¿de qué realmente nos sirven estas reuniones si no pensamos ni el el presente de nuestros pueblos, sobre el que solemos decir "lo queremos mucho", y menos en su futuro?. Si alguien nos dijera que, lamentablemente, es la expresión cultural de nuestros pueblos, entonces le respodería con otra pregunta: ¿Me quieres decir que es la ùnica?. Eso no es cierto. Hay otras maneras, espacios, oportunidades, donde nuestros pueblos, debieran dejar huella de su espíritu luchador, trabajador, justiciero, educador, etc. y la mayoría reconoceríamos que efectivamente hay otras manifestaciones culturales que las estamos olvidando, y conforme las posterguemos, contribuiremos a su desaparición. Ellos involuntariamente nos dicen que la única opción es la asistencia a los eventos, de banda y cerveza y en verdad parece que captan mucha gente, porque dicen que les fue muy bien. En cambio aquellos que optamos por promover las otras maneras de representación de nuestros pueblos, terminamos ahogados por navegar en contracorriente. Talvez aún no hemos perdido la guerra, busquemos algun punto de encuentro, donde se privilegie la argumentación, el análisis, la conversación de temas serios, que nos den cierta confianza en el futuro que cada día se deja notar,necesita del conocimiento y sus aplicaciones. A ellos los convoco y nos convocamos a asistir a algun evento donde esté prohibido la venta de cervezas, y la entrada sea que los padres ingresan con sus hijos universitarios. Entonces volveremos a creer en la grandeza de nuestros ancestros y su sabiduría, en tranformar la naturaleza en riqueza, mental y espiritual que es la que perdura y triunfa.

Bogotá, 13, 11, 2008

(Estoy en una cabina del hotel, y me di tiempo para escribir esta nota que la tenía en borrador en mi cuadernito, dado que comenté en mi casa, con mis hermanos el tema, les prometí escribirla)