martes, 27 de febrero de 2007

A 5 minutos del juicio final

Causó gran impresión a algunos amigos a quienes les comuniqué que el miércoles pasado (17-01-2006), se reunirían en Washington y Londres 18 premios noveles para adelantar las agujas del minutero del “Reloj de la Hora Fatal” (Doomsday clock), en la dirección de la media noche que se supone sería la destrucción de la vida humana en la tierra.

Este simbolismo fue creado, por científicos en EEUU en 1947, luego de los catastróficos resultados provocados por las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Con el ánimo de alertar al mundo del peligro de destrucción de la vida humana en la tierra.

La reunión referida ocurrió debido a la terrible situación que atraviesa la humanidad y que estaría incrementándose debido a dos hechos fundamentales: al uso de las bombas nucleares y el cambio climático.

En lo nuclear está el creciente armamentismo de Corea del Norte, y las pruebas de una bomba nuclear recientemente realizada. La totalidad de bombas nucleares disponibles en el mundo (unas 26 000) que si son lanzadas en minutos desaparecería la vida en la tierra. El plan nuclear de Irán. El creciente conflicto en oriente. La pérdida de autoridad del Tratado de No proliferación de Armas Nucleares. Inclusive la presencia del Presidente Bush, que a pesar del fracaso insiste en la solución militar en Irak.

De otro lado, está el cambio climático, que a largo plazo, sería tan terrible como las bombas nucleares, puesto que en unas 3 o 4 décadas, produciría daños irremediables sobre los habitas de las fuentes de recursos de la vida humana llevando también a la extinción de la humanidad en la tierra.

La aguja fue movida por última vez el 2002, luego de los acontecimientos del 11 de septiembre (ataque a las torres gemelas de EEUU) dejando a 7 minutos de la media noche fatal. El miércoles pasado los científicos, encabezados por el físico inglés Stephen Hawking, movieron 2 minutos adelante, dejándonos ahora a 5 minutos de la hora del juicio final, aludiendo al Apocalipsis del libro de revelación de los católicos.

Estos actos simbólicos, promovidos por científicos conocedores de estos temas, deben llevarnos a pensar y corregir nuestras conductas, de protección del medio ambiente, de fortalecimiento de valores cívicos que se reflejen inclusive en la elección de políticos responsable, tolerantes, menos autocráticos, y promover la participación de la sociedad civil (global) en las decisiones barriales, locales, regionales y gubernamentales para impedir, mediante los caminos de la discusión y del diálogo, decisiones destructivas de la vida animal y vegetal en la tierra, por el iluso afán de mantenerse en el poder a costa de la desaparición de todos aquellos que piensan de manera diferente.

Pensamiento del día:

Sea en la tierra la pequeñita llama que ilumina las tinieblas en que yacen millares de criaturas. Sea agua benéfica que sacie la sequedad de todos aquellos que atraviesan el desierto de la existencia, sedientos de cariño y amor. Sea el alimento de los que nos buscan, hambrientos de comprensión y de incentivos. Busque servir y amar, para tener alegría de haber pasado en la tierra distribuyendo beneficios a todas las criaturas. (Carlos Torres Pastorino)

Agustin Zúñiga Gamarra
Lima, 21 de enero de 2007

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