sábado, 22 de diciembre de 2007

En el Extranjero

EL CAMINO AL PROGRESO ES ESFUERZO Y DECISIÓN

La noche estaba a media luz, el poste de la esquina alumbraba al pequeño grupo de niños que apretujados al pié del mismo compartían juegos, cuentos y chistes, los ponchos habanos y los chales multicolores diferenciaban a los hombres de las mujeres. Las navidades y los años nuevos traían especiales formas de convivir nuestra niñez.

Los nacimientos hogareños con gramadales naturales traidos de Pariantana, los preparativos para las misas de gallo, las tiendas de Abundio, de Bizeti abarrotados de juguetes movían nuestras pupilas embelesados, los sables, los carritos, las pelotas, las muñecas, instrumentos musicales imaginábamos que podían ser nuestros en la media noche del 24.

En una de esas noches, bajo el poste de luz de la esquina de Sáenz Peña con 28 de Julio, sentados alrededor del muro de la puerta de la casa de la Sra. Tiucha Romero, nos encontrábamos Nina Núñez, Edi Carrillo, Macu Vicuña, Javi Barrenechea, Eca Carrillo, Ica Barrenechea, Apshu Chávez, Uli Zúñiga, Comuno Núñez entre otros, por alguna razón, asumí el encargado de levantarme primero y pasar la voz a todos para ir a la misa de gallo.

Como era normal a las 9 pm ya estábamos en cama, la preocupación habría sido tanta que desperté apresurado, sin saber la hora, asumiendo que eran las 4 am, salí de casa y comencé a tocar las puertas de nuestro grupo, primero a la casa de don Carmelino Carrillo, luego la de don Arturo Barrenechea, la don Lucho Núñez, y finalmente de la Sra Estela Vicuña, los amigos salieron somnolientos y me llamaron la atención advirtiéndome que aun no habían dado las 2 horas de la madrugada, pero como no deseábamos volver a la cama, tan rápido, estuvimos conversando una hora mas y decidimos volver a casa para luego levantarnos a la hora correcta, así lo hicimos pero el sueño fue tan grande que no desperté a la hora del aviso, y todos nos fuimos de largo durmiendo; allí quedó mi encargo de avisar misas de gallo, pasando la responsabilidad a otro del grupo. Ahora que a veces nos encontramos con ellos siempre recordamos esta anécdota que por cierto, hermana y nos hace sentir mas que amigos.

Quien diría que algunas décadas después, no digo la cantidad de años, por decoro a mis queridas amigas, nos encontraríamos el año nuevo de 2005 en el extranjero (Miami EEUU). Verla a Nina Núñez, su hermano Javi y Juan Carlos Meza el hijo de Rosita Núñez me causó emoción y gran impresión, del esfuerzo que hacen por dotar a sus familias de mejores condiciones de vida, y lo bien que se encuentran estimula a compartir una reflexión.

Muchas veces solemos referirnos a nuestros amigos que se van al extranjero y comentarles “quien como tu”, insinuando que todo afuera es sencillo y fácil de vivir. Quien ha salido al extranjero a buscar trabajo, y ha vivido las diversas dificultades que esta travesía exige comprenderá que esa apreciación no es así, es todo lo contrario.

Se imaginan un idioma incomprensible que no deja ver con facilidad la televisión, leer un diario o entender las ordenes del jefe. Caminar por calles sin avistar a alguien conocido, trabajar dos turnos, almorzando rápidamente, en el intermedio, un ligero sándwich, salir a las 7 de la mañana y volver a las 11 pm, todos los días del año, pues difícilmente las vacaciones de 15 días coincidan en los dos trabajos. Y cómo volver a su país, si la mayoría viaja sin papeles en regla?. O indocumentados.

Años y años se está ausente de los seres que se quiere, de los amigos que crecieron juntos, los recuerdos y las anécdotas que son esencia de la vida del hombre, solo vuelven a la memoria, si es que en algún rincón del trabajo y también del tiempo, que es escaso, tomamos una cinta o un CD para escuchar algún huaynito de nuestra tierra, y con lagrimas que los ojos han aprendido a llorar hacia adentro, pasamos rápida revista por nuestros padres, hermanos amigos, lugares de nuestra niñez y juventud.

Aun cuando el dolor parece doblegarte, despiertas como un oso luego de invernar los minutos que dura la música, y nuevamente te levantas y te fortaleces, “basta de nostalgias he venido a triunfar a ayudar a mis hermanos, a mi madre y finalmente a mis hijos”!!. Y entonces alegremente notas que los dos turnos te quedan corto, ahorras mes tras mes, no importa lo poco que se duerma o la falta de tiempo para estudiar, hay un propósito que tienes que lograr. Abrirte paso al progreso con fuerza y decisión. Pero siempre guardando la esperanza de volver algún día a tu tierra, de ayudar a tu pueblo a sus habitantes a los niños y jóvenes. Saben que en estos países desarrollados no hay mayor regalo que se le puede dar a los niños y jóvenes que una buena educación.

Qué alegría haberme encontrado con amigos que sobrellevando todas las dificultades que implican estas travesías, los encuentras afianzados, confortables, seguros de haberse esforzado y confiados por la experiencia y fuerzas que las batallas ganadas en la vida le devolvieron. Pero con el mismo amor y recuerdo por nuestra tierra chiquiana, su música, sus paisajes y costumbres que realmente representan sus mayores deseos de volver algún día y vivirlas bajo el mismo poste, con los mismos amigos en el barrio donde nacieron.

Lima, 09 de enero del 2005

No hay comentarios: