sábado, 27 de octubre de 2007

Enseñanza Pertinente y Competetente


La Enseñanza Universitaria Pública No Es Gratuita
Debe Ser Integral, Emprendedora, Inclusiva y de Calidad

Por Agustín Zúñiga Gamarra


Cuando enseñamos en universidades públicas, miramos a nuestros alumnos, no solo como expositores y evaluadores. Sino, también, como orientadores y promotores de autoestima, motivación, perseverancia, para continuar sus estudios y culminarlos, a pesar de las pobres condiciones de infraestructura, medios, herramientas, bibliografía, internet etc. Ocurren casos donde la situación está igual o peor que hace 20 años, simplemente las tecnologías de la información parecen no existir.

El hecho que la educación universitaria pública, se diga que, es “gratuita” no justifica para nada esa escasez. “Miren, dado que ustedes no pagan nada no pidan mas”, parece ser el balance de los responsables del más alto nivel, tanto fuera, como dentro de la universidad.

A mis alumnos les digo, que en realidad nada es gratuito, pues el salario de los docentes y el presupuesto anual, provienen de los impuestos que pagan sus padres y toda la sociedad. Así que, de la misma manera que se reclama por la calidad de un producto que se paga en alguna tienda, los alumnos, los padres de familia y la sociedad, están en la obligación (no solo en su derecho) de exigir, una educación de máxima calidad, pertinente y competente para las condiciones y escenarios que ellos enfrentarán en el ejercicio de su profesión, digamos el 2020.

Por ello, en el Perú, lo inteligente (y el reto) es que los responsables de las facultades y de la universidad, a pesar del presupuesto, sepan obtener, ingresos propios o fuentes de cooperación técnica, para alcanzar un permanente progreso y mejores condiciones de enseñanza.

Esa habilidad, requerida, se hizo notar recientemente en una universidad privada donde no se enseña física, como profesión, sin embargo, tuvo el olfato empresarial, de aprovechar las circunstancias, y traer a un doctor en física y otorgarle el doctorado Honoris Causa. A los asistentes se les cobró su inscripción para la ceremonia y luego para la cena, el promedio fue de 70 soles y asistieron unas 700 personas. Para colmo esta universidad no tenía el prestigio ni los grandes auditorios de las universidades nacionales, donde sí se forman profesionales en física, el evento se realizó en su propio local en un auditorio improvisado.

¿Por qué no lo hicieron las universidades nacionales, cuando sus facultades tienen múltiples carencias? Con ese monto muy rápidamente se hubiera podido conseguir computadores para las aulas, proyectores multimedia y conexión a internet que no disponen.

El ejemplo anterior nos muestra la actitud, poco orientada al emprendedorismo, al negocio, a la demanda, de los responsables de ciencias en esas universidades, lo cual a su vez es consecuencia, clara, de la formación recibida cuando alumnos y que se repite hoy en las facultades de ciencias, ellos no tienen ideas de hacer empresas, no han recibido materia alguna al respecto, sus formación y expectativas están relacionadas con el paradigma de un Estado paternalista.

Esto que ocurre en las facultades de ciencias, hace notar, una parte del iceberg, de la estructura de la educación universitaria que tiene que cambiar, y propender su evaluación y posterior certificación, única manera de garantizar la calidad de la enseñanza que recibe el estudiante.
(Algunas ideas para el debate)

Objetivo:
Lograr que el estudiante reciba conocimientos pertinentes y competentes, para ejercer su profesión de la mejor manera en el siglo XXI, y que se refleje en la capacidad de contribuir al desarrollo social, científico y tecnológico nacional. El producto que se le ofrece como enseñanza debe ser integral, emprendedora, inclusiva y de calidad.

Ideas de reforma:

1. Los estudiantes deben recibir enseñanza compatible con el mundo actual y el que tendrán en el futuro cuando ejerzan su profesión, priorizando las necesidades del país. Premunidos de capacidad crítica y paradigmas de la investigación no lineal.

2. La elección de las especialidades deben consolidarse en la propia universidad, con formaciones integrales previas, considerando la multidisciplinariedad de los problemas. Esto hace más eficiente y eficaz la enseñanza y el futuro empleo. Facilita estudios de posgrado multidisciplinarios.

3. Enfatizar en la formación general, y versatilidad de los estudiantes, focalizándose en herramientas, generales. Útiles para diversas especialidades. Participar en actividades fuera de la universidad relacionadas con las actividades profesionales (cursos extra universidad), preferentemente en empresas especializadas.

4. Se debe recuperar el prestigio de la calidad de educación universitaria pública, por cuanto, es el único suporte de los laboratorios nacionales de ciencia y tecnología, con el desarrollo del país. Facilitar el acceso de estudiantes que provengan de formaciones no universitarias de nivel tecnológico.

5. El número de universidades y el correspondiente número de estudiantes universitarios, tienen que ser revisados, en función a la evaluación y certificación de estas entidades. La horma es que la universidad debe ser de calidad tanto para la enseñanza cuanto para la investigación. Competitivas con las mejores universidades internacionales.

6. Considerando que en el pais el investigador enseña (y debe), se de incluir cursos de pedagogía en la formación de bachillerato, fomentando su participación en la formación de profesores para los niveles de primaria y secundaria.

7. Promover la certificación de la calidad de profesional en lugar de solo la titulación. Esto exige una reglamentación adecuada.

8. Facilitar la formación de las empresas de base tecnológica en todas las facultades, proveyéndole la incubación básica.

9. El gobierno debe facilitar la creación de laboratorios nacionales, donde las universidades se correlacionen con las ciudades productivas en sus mayores potencialidades.

10. El estado no debe preferenciar la clausura anuales en las fuerzas armadas. O no asiste a ninguno o asiste a todos.

Lima, 21 de octubre 2007

País Competitivo


Competitividad, Conocimiento en Organizaciones ID+I Orientadas a la Demanda

Por Agustín Zuñiga Gamarra



Cuando planificamos Ciencia y Tecnología lo primero que debemos tener en cuenta es la demanda productiva sectorializada del país, entendida como lo faltante entre el futuro propuesto - posible (considerado) y el presente. Esta demanda, claramente, necesita de ciencia-tecnología e innovación (CTI), establecer cuánto es esta necesidad, es conocer la demanda científica-tecnológica de cada sector. Esta demanda debe estar orientada por el objetivo nacional de un PAIS COMPETITIVO.

Los momentos actuales de globalización, que atraviesa el mundo, exige el rol decisivo de la CTI, del conocimiento y la información. Ellos son los principales agentes de creación e incorporación de valor en una cadena productiva. Por tanto su gestión es un requerimiento de urgencia en todos los sectores productivos, más aún si estamos a las puertas de la vigencia de los tratados de libre comercio.

Peter Drucker, en su libro Sociedad Poscapitalista, señala:

“El valor es creado por la productividad y por la capacidad de innovar, aplicando el conocimiento al trabajo, creando trabajadores del conocimiento”

Lo anterior nos lleva a la pregunta ¿Qué modificaciones deben realizarse en la organización para hacer más efectiva la relación IDI (Investigación Desarrollo e Innovación) e IMPACTO (país competitivo = organización competitiva)?. Para responder a esta pregunta proponemos:

1. La institución debe tener una puerta de entrada para incorporar información relevante. Esta unidad debe vigilar la demanda productiva sectorializada, tener capacidad prospectiva. Esta información no siempre es gratuita, ni debe esperarse que lo sea. La calidad de decisión depende de la calidad de información que se dispone y cómo se usa.

2. Conocida la demanda, el siguiente paso requiere que la institución disponga de un ambiente que realice la tarea de análisis y solución de problemas. Es un equipo multidisciplinario. Allí se confrontan los diferentes puntos de vista de manera constructiva, no hay barreras. El facilitador de estas mesas de confrontación debe tener la capacidad de analizar información múltiple mediante el uso de herramientas actualizadas.

3. Identificado el problema y solución preliminar, la institución traslada la propuesta a la unidad que focaliza la solución. En este ambiente se debe tener la capacidad de convocar al cliente, para afinar y adecuar la solución. El grado de involucramiento del cliente (ninguno, consultas periódicas, coparticipación en el desarrollo) dependerá del proyecto.

4. La etapa final es la elaboración del producto, para esto se requiere que la institución disponga del equipamiento y ambientes adecuados. Es el momento de la experimentación de la creación de los prototipos. Deben existir mecanismos que aseguren que el aprendizaje en el trabajo (identificación de fallas, análisis “ex_post”, inclusive los “malas prácticas”) se internalicen en la organización.

De esta manera la organización está pendiente y próxima de las tendencias tecnológicas y del mercado, cosa que los integrantes de la mayoría de instituciones adolecen. Las unidades de vigilancia tecnológica no existen o no están equipadas. Lo usual es hacer lo que se sabe y publicar lo que se hace. Una organización IDI orientada a la demanda, tiene que usar todos los mecanismos para tener acceso a las fuentes del conocimiento e información. Las principales suministradoras de publicaciones, tecnologías y personas son las empresas y otras organizaciones IDI (competidoras o no), universidades, proveedores, clientes o consultores. Se tiene que tener la capacidad de realizar “benchmarking”, alianzas, “joint-ventures” y participación en eventos de estas características.

Estar vigilante a las demandas y fuentes del conocimiento, obliga también a tener ofertas apropiadas, oportunas que den valor al cliente y aseguren calidad de gastos. Con la estructura señalada se busca el encuentro entre la demanda y la oferta tecnológica. Para producir un conocimiento requerido, pero no disponible en las organizaciones IDI, se tiene que recurrir sin pérdida de tiempo ni prejuicios a la adquisición (comprando a otra empresa o contratar a un persona etc.) o alquiler de servicios. A partir de allí, se iniciará la adaptación y el dominio de la misma. No necesariamente se tiene que investigar primero para obtener la tecnología, se puede comenzar por ella. La IDI, hoy se realiza de manera interactiva, con el usuario (el mercado) y luego se define si estamos o no en condiciones de generar ese producto, si amerita o no hacer la investigación básica. Esto algunos autores llaman de investigación eficaz.

Nuestra experiencia en instituciones públicas nos muestra las muchas dificultades que hay que enfrentar para convencer, sobre la importancia de identificar permanentemente la demanda productiva – científica - tecnológica prospectada como dato de entrada para realizar una planificación más realista, duradera y efectiva. Esto nos recuerda a Keynes

“la gente puede aceptar nuevas ideas, lo difícil es eliminar las antiguas”

El no mirar el futuro como fuente de datos referenciales, para actuar en el presente, conduce a no saber cuántos abogados, ingenieros agrónomos, biólogos, biofísicos, ingenieros de “softwares”, etc necesitamos formar hoy. ¿Qué tecnologías debemos comprar hoy para poder participar en los mercados inminentes?. Los países subdesarrollados no solo carecemos de especialistas en tecnologías nuevas, sino también, no sabemos qué especialistas necesitamos y para cuándo. Por ello muchas veces gastamos el poco dinero que tenemos comprando tecnologías pasadas, o nuevas- inadecuadas que finalmente resultan caras e inútiles.

La falta de unidades de vigilancia tecnológica, debilita nuestra respuesta a importantes preguntas como ¿Qué tecnologías han dado resultado en el mundo en situaciones de pobreza similares a la nuestra?, ¿Qué experiencias IDI – sectores productivos han dado resultado?, ¿Qué escenarios posibles se avizora para América Latina?, ¿Qué tendencias se conocen?, ¿Qué volúmenes de mercado se presentarán en los siguientes años?, ¿Cuántos especialistas debemos formar?, etc.

En el artículo hemos querido advertir que las nuevas organizaciones que hacen uso intensivo del conocimiento y la información, requieren disponer de unidades que faciliten el acceso del conocimiento e información, su internalización y la producción de productos o servicios con impacto sensible al mejoramiento del bienestar de la población y al fortalecimiento de la economía en un mundo de exigente competencia.


Lima, Agosto de 2007